La riqueza arquitectónica del Jardín del Azuay propicia numerosos recorridos por sus deferentes calles. El visitante conocerá varias caras de esta urbe declarada Patrimonio Cultural del Ecuador en el 2002. Su núcleo primitivo conforma la plaza central con calles estrechas adoquinadas, con rincones entrañables y silenciosos talleres artesanales.
En el corazón de la ciudad se levantan las casonas coloniales de adobe, con segundos pisos sobre soberbios pilares de madera, balcones, amplios corredores y teja. La Iglesia también sobresale por sus puertas ricamente talladas que denotan belleza.
La casona esquinera de las calles Gran Colombia y Tres de Noviembre, acogió al libertador Simón Bolívar. Son 208 edificaciones de valor patrimonial que se levantan dentro de 56 manzanas. Los espacios verdes de los parterres y parques embellecen el entorno.