El zumbido del viento que golpea y sacude los pajonales es el fondo musical con que nos recibe la naturaleza. Un refugio en la Loma de Ventanillas, a 3.164 metros sobre el nivel del mar, es la meta y el premio es sentirse al borde mismo del cielo y una panorámica espectacular de montañas y valles.
Cómo no disfrutar de una caminata por los senderos del Bosque Protector Collay. Más aún si cada tramo es un descubrir de impresionantes vistas panorámicas, que contrastan con el cautivante color de las orquídeas que este bosque nativo acoge y que llama la atención de decenas de turistas que visitan el lugar. Incluso se puede acampar y aprovechar para el avistamiento de aves como el azulejo, chirotillo o carpintero. Y si tenemos más suerte podemos tener un encuentro con un oso de anteojos, que según los moradores del lugar es común ver en esta zona.