Gualaceo sorprende desde las alturas. Desde el imponente mirador del barrio El Calvario, a seis cuadras de la Catedral, siguiendo la calle Cuenca, se aprecia con admiración la belleza paisajística del Jardín del Azuay y la ciudad en toda su extensión, con sus zonas de expansión.
En la cima hay una plazoleta conocida como El Calvario donde se levanta el monumento a un ángel, de gran tamaño, que cuida a sus habitantes.
Las construcciones antiguas y modernas denotan el progreso, desarrollo y crecimiento de esta urbe entrecortada por los majestuosos ríos Santa Bárbara, San Francisco y Guaimincay.
En la panorámica también resalta el verde de las laderas y montañas que contrastan con los techos rojizos de teja de las viviendas. Todo esto motiva al espectador a recorrer cada uno de sus rincones y enamorarse.